Estamos ya en la semana 19 y yo, tácita e incrédula me encuentro frente a la pantalla del ordenador como partícipe impávida de estas atrocidades sociales que estamos viviendo en estos momentos en nuestro mundo, donde no importa a dónde se mire, solo dolor, desesperanza y ansiedad es lo que se acumula en muchos corazones.

Nos aferramos a ese hilillo de luz para aún pensar que todo irá para mejor. Estuve en Colombia en el 2021 y no se comparaba con la Colombia que conocí en 1986.

Pero, parece que no tenemos memoria y la historia se repite...