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Montag 10.40: Ecos

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5 comments on “Montag 10.40: Ecos”

  1. La fuerza del tren militar…

    Aquí mí confesión de pequeño rebelde: Por el momento no me da ningunas ganas de hacer tareas...ninguna gana...

    ¿Trabajo fuera de casa? - ¿Ciudades conocidas? - ¿Llamar la atención?

    No hay espacio para eso en mi cabeza...!no hoy!...!no esta semana!

    Desde el lunes pasado de por las noches mi sueño está sustituido por sueños.
    Son sueños, en los cuales oigo el ritmo del tren militar; sueños en los cuales veo desplazarse el presente con fuerza - pero también sueños en los cuales viajo en a mi pasado que regresa en colores afables y me alegro del milagro como un niño.

    Pero, durante el día, el milagro se despide y el niño feliz se ve como un anciano lleno de recuerdos, lleno de preguntas y una curiosa obstinación por la sombría verdad que no se puede vivir al revés.

    Es el momento de la depresión filosófica, es decir el momento cuando comienzo a escuchar El Bobo de Arjona.
    ¡No lo escucho una vez! ¡No lo escucho dos veces! lo escucholo todo el día, una vez nadando en el ritmo y la voz, otra vez me concentrándome en las palabras – y de nuevo, y de nuevo – hasta que la noche abraza el día y mi sueño está poblado de sueños en los cuales Arjona canta sobre mí propia vida, teniendo un gran espejo en lugar de su guitara, ¡un espejo en el que tengo que observar etapas de la vida de un bobo que lleva mi cara!

    Así pasan los días y pasa la semana en las cuales estoy prisionero de Ricardo Arjona. ¡Qué cantautor! Qué poeta! No tengo ninguna otra tarea que liberarme de esa prisión sin paredes tanto dulce como amarga, ¿peligrosa?

    *

    Y además: ¡Qué fabulosa profesora de español que llama mi atención sobre un aspecto de la cultura popular sudamericana que nunca habría conocido sin ella - ¡muchas gracias!

    Federico, 08.11.2021

  2. Los trabajos fuera de casa ventajas/desventajas en el seno familiar

    La vida de un marinero en un carguero puede ser muy estresante para toda la familia. Por un lado, muchas familias gallegas están dependientes del trabajo a bordo de un carguero, por otro lado estas familias se han acostumbrado desde hace muchos años a este estilo de vida.

    Me viene a la mente mis viajes para visitar proyectos en África o en América del Sur. Aunque estos viajes duraron solamente dos o tres semanas, cada vez a mi vuelta hubo muchas cosas para discutir con mi familia.
    Uno se puede imaginar como será la situación después de la ausencia de un marinero por tres meses….. Pienso que es normal que esta situación provoca tensiones sociales.
    En nuestros dias conocemos en Suiza justo lo contrario, es decir el caso del (teletrabajo) «homeoffice» por causa de la pandemia!
    ¡Toda la familia vive junta en el mismo apartamento! Leemos que hubo violencia en algunas familias a causa de la vida en común mientras durante semanas o meses y también a causa de la falta de espacio.

    Sea como sea, los trabajos fuera de casa o en casa (homeoffice), los dos pueden tener potencial por para provocar tensiones sociales en el seno familiar.
    Espero que las familias afectadas desarrollen estrategias para manejar y evitar situaciones estresantes.

    Pedro, 08.11.2021

  3. En el 2014 hacíamos un viaje en Sudáfrica y disfrutábamos de un paisaje maravilloso y de una naturaleza fantástica. Al fin de nuestra gira llegabamos en Upington en el norte de Sudafrica, donde hay un aeródromo pequeño, para volar a Johannisburg. Esperábamos nuestro vuelo en una especie de jardín con mesas y bancos largos, donde se podía comer.
    De repente llegaron tres o cuatro clases de una escuela que, por lo visto, se pusieron a visitar una a una el aeródromo.
    Los otros alumnos se quedaron en el jardín y jugaron muy alegremente. Los uniformes escolares a mí me parecían de una tela barata y usada. Pienso que los niños pertenecían a una población más pobre. Éramos los únicos blancos.
    Poco a poco unas niñas empezaron a observarnos y la más valiente me preguntó muy cortesmente, si debería ponerse también sobre el banco.
    Lentamente otras alumnas se acercaron y comenzaron esquivamente a hacer preguntas : » ¿De dónde es?, ¿cuál es su profesión?, ¿dónde está la Suiza?, ¿cómo es vivir en Europa?…… ».
    Mis respuestas les interesaron mucho y les gustó practicar sus conocimientos de inglés. Se acercaron más y más y por lo fin me encontré en un semicírculo con unas veinte alumnas. Me sentí como una persona muy exótica!
    Cuando llegó la maestra y quiso perdonar el compartimiento de las chicas, me gustó mucho elogiar a sus alumnas bien educadas.

  4. ¿Qué ciudades conozco del viaje en carguero?
    Róterdam no conozco, pero quiero verla una vez. Coruña y también Santiago son parte de un viaje por España del Norte que quiero hacer en la próxima salida. Por el estrecho de Gibraltar estuve en un barco a Tanger y Casablanca visitábamos después en nuestro viaje por Marruecos. También en mi lista de deseo está un viaje alrededor de las islas de Canaria con visitas a todas las islas.
    La Cruz de Teneriffe conozco, pero me gusta más la ciudad de Puerto de la Cruz. He visitaba muchos lugares de la isla.
    Espero que pueda viajar pronto de nuevo.

  5. Conflictos en la familia cuando los marineros vuelven a casa después de meses en alta mar
    Mi vida fue comparable a la de los marineros cuando trabajé en el extranjero durante varios meses durante los últimos 2 años. Lamentablemente, mi mujer no pudo acompañarme porque la situación de seguridad en Sudán del Sur y Haití no lo permitía.
    Durante las misiones, pudimos comunicarnos cada día por WhatsApp o Skype, lo que fue muy agradable.
    Cada vez que volvía a casa, teníamos que acostumbrarnos a la nueva vida a dos, porque mi mujer se acostumbraba a hacer todo ella sola, las compras, las visitas, las invitaciones, la gestión económica, etc. Yo tenía que encontrar mi puesto de nuevo.
    Finalmente, cada vez conseguimos encontrar el equilibrio entre la independencia y la convivencia de cada uno de nuestros nosotros.
    Mientras tanto he prometido a mi mujer que no haré misiones más largas en el futuro y que disfrutaré plenamente de mi jubilación.

5 comments on “Montag 10.40: Ecos”

  1. La fuerza del tren militar…

    Aquí mí confesión de pequeño rebelde: Por el momento no me da ningunas ganas de hacer tareas...ninguna gana...

    ¿Trabajo fuera de casa? - ¿Ciudades conocidas? - ¿Llamar la atención?

    No hay espacio para eso en mi cabeza...!no hoy!...!no esta semana!

    Desde el lunes pasado de por las noches mi sueño está sustituido por sueños.
    Son sueños, en los cuales oigo el ritmo del tren militar; sueños en los cuales veo desplazarse el presente con fuerza - pero también sueños en los cuales viajo en a mi pasado que regresa en colores afables y me alegro del milagro como un niño.

    Pero, durante el día, el milagro se despide y el niño feliz se ve como un anciano lleno de recuerdos, lleno de preguntas y una curiosa obstinación por la sombría verdad que no se puede vivir al revés.

    Es el momento de la depresión filosófica, es decir el momento cuando comienzo a escuchar El Bobo de Arjona.
    ¡No lo escucho una vez! ¡No lo escucho dos veces! lo escucholo todo el día, una vez nadando en el ritmo y la voz, otra vez me concentrándome en las palabras – y de nuevo, y de nuevo – hasta que la noche abraza el día y mi sueño está poblado de sueños en los cuales Arjona canta sobre mí propia vida, teniendo un gran espejo en lugar de su guitara, ¡un espejo en el que tengo que observar etapas de la vida de un bobo que lleva mi cara!

    Así pasan los días y pasa la semana en las cuales estoy prisionero de Ricardo Arjona. ¡Qué cantautor! Qué poeta! No tengo ninguna otra tarea que liberarme de esa prisión sin paredes tanto dulce como amarga, ¿peligrosa?

    *

    Y además: ¡Qué fabulosa profesora de español que llama mi atención sobre un aspecto de la cultura popular sudamericana que nunca habría conocido sin ella - ¡muchas gracias!

    Federico, 08.11.2021

  2. Los trabajos fuera de casa ventajas/desventajas en el seno familiar

    La vida de un marinero en un carguero puede ser muy estresante para toda la familia. Por un lado, muchas familias gallegas están dependientes del trabajo a bordo de un carguero, por otro lado estas familias se han acostumbrado desde hace muchos años a este estilo de vida.

    Me viene a la mente mis viajes para visitar proyectos en África o en América del Sur. Aunque estos viajes duraron solamente dos o tres semanas, cada vez a mi vuelta hubo muchas cosas para discutir con mi familia.
    Uno se puede imaginar como será la situación después de la ausencia de un marinero por tres meses….. Pienso que es normal que esta situación provoca tensiones sociales.
    En nuestros dias conocemos en Suiza justo lo contrario, es decir el caso del (teletrabajo) «homeoffice» por causa de la pandemia!
    ¡Toda la familia vive junta en el mismo apartamento! Leemos que hubo violencia en algunas familias a causa de la vida en común mientras durante semanas o meses y también a causa de la falta de espacio.

    Sea como sea, los trabajos fuera de casa o en casa (homeoffice), los dos pueden tener potencial por para provocar tensiones sociales en el seno familiar.
    Espero que las familias afectadas desarrollen estrategias para manejar y evitar situaciones estresantes.

    Pedro, 08.11.2021

  3. En el 2014 hacíamos un viaje en Sudáfrica y disfrutábamos de un paisaje maravilloso y de una naturaleza fantástica. Al fin de nuestra gira llegabamos en Upington en el norte de Sudafrica, donde hay un aeródromo pequeño, para volar a Johannisburg. Esperábamos nuestro vuelo en una especie de jardín con mesas y bancos largos, donde se podía comer.
    De repente llegaron tres o cuatro clases de una escuela que, por lo visto, se pusieron a visitar una a una el aeródromo.
    Los otros alumnos se quedaron en el jardín y jugaron muy alegremente. Los uniformes escolares a mí me parecían de una tela barata y usada. Pienso que los niños pertenecían a una población más pobre. Éramos los únicos blancos.
    Poco a poco unas niñas empezaron a observarnos y la más valiente me preguntó muy cortesmente, si debería ponerse también sobre el banco.
    Lentamente otras alumnas se acercaron y comenzaron esquivamente a hacer preguntas : » ¿De dónde es?, ¿cuál es su profesión?, ¿dónde está la Suiza?, ¿cómo es vivir en Europa?…… ».
    Mis respuestas les interesaron mucho y les gustó practicar sus conocimientos de inglés. Se acercaron más y más y por lo fin me encontré en un semicírculo con unas veinte alumnas. Me sentí como una persona muy exótica!
    Cuando llegó la maestra y quiso perdonar el compartimiento de las chicas, me gustó mucho elogiar a sus alumnas bien educadas.

  4. ¿Qué ciudades conozco del viaje en carguero?
    Róterdam no conozco, pero quiero verla una vez. Coruña y también Santiago son parte de un viaje por España del Norte que quiero hacer en la próxima salida. Por el estrecho de Gibraltar estuve en un barco a Tanger y Casablanca visitábamos después en nuestro viaje por Marruecos. También en mi lista de deseo está un viaje alrededor de las islas de Canaria con visitas a todas las islas.
    La Cruz de Teneriffe conozco, pero me gusta más la ciudad de Puerto de la Cruz. He visitaba muchos lugares de la isla.
    Espero que pueda viajar pronto de nuevo.

  5. Conflictos en la familia cuando los marineros vuelven a casa después de meses en alta mar
    Mi vida fue comparable a la de los marineros cuando trabajé en el extranjero durante varios meses durante los últimos 2 años. Lamentablemente, mi mujer no pudo acompañarme porque la situación de seguridad en Sudán del Sur y Haití no lo permitía.
    Durante las misiones, pudimos comunicarnos cada día por WhatsApp o Skype, lo que fue muy agradable.
    Cada vez que volvía a casa, teníamos que acostumbrarnos a la nueva vida a dos, porque mi mujer se acostumbraba a hacer todo ella sola, las compras, las visitas, las invitaciones, la gestión económica, etc. Yo tenía que encontrar mi puesto de nuevo.
    Finalmente, cada vez conseguimos encontrar el equilibrio entre la independencia y la convivencia de cada uno de nuestros nosotros.
    Mientras tanto he prometido a mi mujer que no haré misiones más largas en el futuro y que disfrutaré plenamente de mi jubilación.

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