¿A quién no le gusta el pan? Recuerdos de infancia, de familia, de calles por la mañana de camino a la escuela. Recuerdos a  la hora del almuerzo, donde el pan te sirve desde tenedor hasta para limpiar el plato. Recuerdos en Suiza del famoso "Café completo" a la hora de la cena con café humeante para los adultos y leche caliente para los niños, donde no puede faltar la  mantequilla y queso de la quesería del pueblo, además de ese pan  que se compra saliendo del trabajo: calentito, oloroso y crujiente.

El pan de los bocadillos en las excursiones, el pan de cada día:  la canilla,  el pan francés, el pan flauta, el melcochón, la pistola; tantos nombre para un solo "amor". ¿Qué te parece la idea de tener un sello dedicado a este producto? ¿Conoces otros sellos curiosos? ¿Qué otro alimento propondrías tú como sello?