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Curso: Conversación online

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7 comments on “Curso: Conversación online”

  1. La canción es preciosa y me gustaba mucho. Cuando pienso en mi propia infancia, lo que me viene a la mente son las estrechas condiciones de vida. Tuve que compartir una habitación con mi hermana. Además, rara vez teníamos ropa nueva. Pero, sin embargo, disfruté de un tiempo feliz. Jugábamos mucho juntas en el gran patio de la escuela con los demás niños del pueblo. A partir del quinto curso fui a la escuela secundaria en el pueblo vecino. Tuve que llegar en bicicleta. Mis amigos de mi pueblo no querían tener más contacto con nosotros. Y no encontré amigos en el nuevo lugar.

    Un hombre de nuestro pueblo que conocía bien el bosque encontró un zorro joven. Ha domesticado a este animal. Salió de la cueva cuando lo llamó por su nombre. Muchas personas acudían al bosque por la noche para ver a este animal domesticado y se deleitaban con él. Pero un día el zorro dejó de existir. Alguien le había disparado. Todo el mundo estaba muy triste y se preguntaba qué clase de persona es la que hace algo así.

    Ursula

  2. La canción me gusta mucho . En mi infancia siempre teníamos que vivir en varios lugares porque mi padre trabajaba a la frontera. Podíamos jugar en la calle o en el bosque. Era hermoso, eramos libres ,como el viento. Siempre tuve que adaptarme, así aprendi a ser flexible en la escuela no estaba sola porque no podía quedarme tanto tiempo y mis amigos estaban alli por poco tiempo. Posamos todas las vacaciones con nuestros abuelos en el Valais en un pequeño chalet. Vivimos simple pero felices y despreocupados.

  3. En mis primeros años de escuela iba a pie. Fue una caminata de unos 30 minutos.

    Recuerdo un día de invierno. Todavía estaba oscuro cuando salí de la casa. La vista a las montañas cubiertas de nieve Eiger, Mönch, Jungfrau era fascinante y al mismo tiempo amenazante para mí. En mi memoria también está presente el patio de la escuela, donde había algunos viejos castaños que florecían maravillosamente en primavera.

    Después de cambiar a la escuela secundaria, mi camino era más largo, así que iba en bicicleta. El cambio de escuela se mostraba un poco difícil para mí dado a mi relación dividida con los chicos. Luchaba contra ellos porque no sorportaba que me atacaran. Por eso no tuve ningún “tesoro escolar” durante mis días de colegio.
    Con el tiempo, las olas se calmaron y algunos chicos venían a mi casa para pedirme consejo si tenían problemas con sus amigas (chicas).

    El miércoles por la noche fue el día del concierto de los deseos. Pero antes de poder sentarnos frente a la radio, teníamos que hacer jardinería o tejer.

    A nuestra madre le gustaba bailar. Recuerdo que a veces empujábamos los muebles a un lado después de lavar los platos y luego bailábamos por la habitación.

    Yo era muy atlética, hacía atletismo con el grupo de los chicos y estaba era miembro de los Boy Scouts. Desafortunadamente, a las chicas no se nos permitió más seguir entrenando atletismo con los chicos. No comprendíamos esta regla.

  4. Yo crecí en la ciudad, en un barrio donde vivían sobre todo familias jóvenes con niños de todas las edades. Para mí, como hija única, era el paraíso. He tenido muchos compañeros de juego.
    Jugábamos a la pelota, hacíamos tiendas con sábanas y mantas. Era nuestra casa y jugábamos a la familia y comíamos la merienda. En la barra sacudíamos las alfombras, hacíamos gimnasia como en el circo.
    En verano nos bañábamos en las tinas para lavar la ropa y en invierno montábamos en trineo.
    Fue un época muy agradable para mí.

    Cuando caminaba por mi viejo cuarto barrio el verano pasado, vi en el césped una piscina y a varias chicas jugando con sus muñecas.

    Eso me ha alegrado mucho.

  5. Es una canción muy bonita.
    En mi infancia vivíamos en un barrio con muchos chicos y enfrente de la escuela. Había muchas posibilidades y mucho espacio para jugar, sea en los jardines de los vecinos, en la plaza de la escuela con equipos de gimnasia o en el bosque. Nosotros podíamos desahogarnos, era un tiempo muy bonito y libre de problemas. Más tarde nos mudábamos de casa y tenía que acostumbrarme a una nueva escuela y a nuevos compañeros. Ahí conocí a mi mejor amiga con la cual tenía una amistad muy bonita hasta que falleció cuando sólo tenía veinte años.
    Mientras vivía en la casa de mis padres, no teníamos televisión. Pero no nos faltaba. La radio pertenecía a mi padre, sobre todo. Al mediodía siempre escuchaba las noticias y nosotros teníamos que ser estar tranquilos.
    Lo contrario de hoyen día me parece que estábamos más contentos con mucho menos.
    Nuevas generaciones, nuevos tiempos , nuevas costumbres, siempre cambiará algo, así es la vida.

  6. Infancia.
    Me gusta la canción. Así se desarrolla la vida de la infancia hasta la edad del retiro y la muerte. Mi infancia se caracterizó por el trabajo y el juego. Crecí en circunstancias simples. Vivíamos en un apartamento de tres habitaciones, después de la muerte de mi abuelo de cuatro habitaciones. Eramos en este tiempo seis niños de un año a diez años. Los dos dormimos en una cama. El aseo estaba al piso intermedio. Era muy frío en el invierno. No teníamos teléfono, ni baño, ni lavadora. Mi madre tuvo que lavar las ropas y las pañales a mano, un trabajo duro. También tejió nuestros pantalones y jerseys. Yo era un niño gozoso, introvertivo, discreto y no atlético. No me gustaban las competiciones.
    Más tarde, 1957, mis padres construyeron una casa gracias a un crédito favorable de la empresa de mi padre. Por eso dos se mudaron a otra habitación, todos pudieron dormir en su propia cama, un lujo. Finalmente teníamos un teléfono, dos baños y una lavadora, lo que era una ayuda grande para mi madre.
    Teníamos un gran jardín, cebabamos conejos y más tarde también pollos y dos cerdos. Debíamos ayudar y echar mano en el jardín, en la alimentación de los animales y al sacar el estiércol. Yo tenía que ayudar a la madre a cocinar, a elaborar las frutas y verduras y el sábado a limpiar las habitaciones. No me gustaba mucho pero he aprendido mucho que me sirvió mucho más tarde.
    Sin embargo tuvimos tiempo para jugar. En esta epoca era posible jugar en la calle por ejemplo juegos de pelotas. Jugamos teatro sobre todo “profesor y alumnos”, “padres y niños” y “casarse”, también hicimos los otros juegos infantiles, como jugar a las escondidas, lo que era emocionante, porque había muchas posibilidades para escondarse.
    Estabamos satisfechos.

  7. En mi juvetud vivía en el campo en un pueblo pequeño. Había muchos niños alrededor de nuestra casa. Cuando hacía buen tiempo jugábamos juntos por cada ocasión. Claro que tengo muchos recuerdos de esta época. Pero algunas no olvidaré nunca más por dos razones.
    Mi mejor amigo Simon no podía perder y se enfadaba de una manera furiosa con nosotros. Nosotros siempre tratábamos de que él perdiera porque nos encantaba sus reacciones emocionales. !Qué feo de nosotros! Por otro lado Simon tuvo un accidente mortal con 16 años y esta situación fue muy fatal y triste...

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  1. La canción es preciosa y me gustaba mucho. Cuando pienso en mi propia infancia, lo que me viene a la mente son las estrechas condiciones de vida. Tuve que compartir una habitación con mi hermana. Además, rara vez teníamos ropa nueva. Pero, sin embargo, disfruté de un tiempo feliz. Jugábamos mucho juntas en el gran patio de la escuela con los demás niños del pueblo. A partir del quinto curso fui a la escuela secundaria en el pueblo vecino. Tuve que llegar en bicicleta. Mis amigos de mi pueblo no querían tener más contacto con nosotros. Y no encontré amigos en el nuevo lugar.

    Un hombre de nuestro pueblo que conocía bien el bosque encontró un zorro joven. Ha domesticado a este animal. Salió de la cueva cuando lo llamó por su nombre. Muchas personas acudían al bosque por la noche para ver a este animal domesticado y se deleitaban con él. Pero un día el zorro dejó de existir. Alguien le había disparado. Todo el mundo estaba muy triste y se preguntaba qué clase de persona es la que hace algo así.

    Ursula

  2. La canción me gusta mucho . En mi infancia siempre teníamos que vivir en varios lugares porque mi padre trabajaba a la frontera. Podíamos jugar en la calle o en el bosque. Era hermoso, eramos libres ,como el viento. Siempre tuve que adaptarme, así aprendi a ser flexible en la escuela no estaba sola porque no podía quedarme tanto tiempo y mis amigos estaban alli por poco tiempo. Posamos todas las vacaciones con nuestros abuelos en el Valais en un pequeño chalet. Vivimos simple pero felices y despreocupados.

  3. En mis primeros años de escuela iba a pie. Fue una caminata de unos 30 minutos.

    Recuerdo un día de invierno. Todavía estaba oscuro cuando salí de la casa. La vista a las montañas cubiertas de nieve Eiger, Mönch, Jungfrau era fascinante y al mismo tiempo amenazante para mí. En mi memoria también está presente el patio de la escuela, donde había algunos viejos castaños que florecían maravillosamente en primavera.

    Después de cambiar a la escuela secundaria, mi camino era más largo, así que iba en bicicleta. El cambio de escuela se mostraba un poco difícil para mí dado a mi relación dividida con los chicos. Luchaba contra ellos porque no sorportaba que me atacaran. Por eso no tuve ningún “tesoro escolar” durante mis días de colegio.
    Con el tiempo, las olas se calmaron y algunos chicos venían a mi casa para pedirme consejo si tenían problemas con sus amigas (chicas).

    El miércoles por la noche fue el día del concierto de los deseos. Pero antes de poder sentarnos frente a la radio, teníamos que hacer jardinería o tejer.

    A nuestra madre le gustaba bailar. Recuerdo que a veces empujábamos los muebles a un lado después de lavar los platos y luego bailábamos por la habitación.

    Yo era muy atlética, hacía atletismo con el grupo de los chicos y estaba era miembro de los Boy Scouts. Desafortunadamente, a las chicas no se nos permitió más seguir entrenando atletismo con los chicos. No comprendíamos esta regla.

  4. Yo crecí en la ciudad, en un barrio donde vivían sobre todo familias jóvenes con niños de todas las edades. Para mí, como hija única, era el paraíso. He tenido muchos compañeros de juego.
    Jugábamos a la pelota, hacíamos tiendas con sábanas y mantas. Era nuestra casa y jugábamos a la familia y comíamos la merienda. En la barra sacudíamos las alfombras, hacíamos gimnasia como en el circo.
    En verano nos bañábamos en las tinas para lavar la ropa y en invierno montábamos en trineo.
    Fue un época muy agradable para mí.

    Cuando caminaba por mi viejo cuarto barrio el verano pasado, vi en el césped una piscina y a varias chicas jugando con sus muñecas.

    Eso me ha alegrado mucho.

  5. Es una canción muy bonita.
    En mi infancia vivíamos en un barrio con muchos chicos y enfrente de la escuela. Había muchas posibilidades y mucho espacio para jugar, sea en los jardines de los vecinos, en la plaza de la escuela con equipos de gimnasia o en el bosque. Nosotros podíamos desahogarnos, era un tiempo muy bonito y libre de problemas. Más tarde nos mudábamos de casa y tenía que acostumbrarme a una nueva escuela y a nuevos compañeros. Ahí conocí a mi mejor amiga con la cual tenía una amistad muy bonita hasta que falleció cuando sólo tenía veinte años.
    Mientras vivía en la casa de mis padres, no teníamos televisión. Pero no nos faltaba. La radio pertenecía a mi padre, sobre todo. Al mediodía siempre escuchaba las noticias y nosotros teníamos que ser estar tranquilos.
    Lo contrario de hoyen día me parece que estábamos más contentos con mucho menos.
    Nuevas generaciones, nuevos tiempos , nuevas costumbres, siempre cambiará algo, así es la vida.

  6. Infancia.
    Me gusta la canción. Así se desarrolla la vida de la infancia hasta la edad del retiro y la muerte. Mi infancia se caracterizó por el trabajo y el juego. Crecí en circunstancias simples. Vivíamos en un apartamento de tres habitaciones, después de la muerte de mi abuelo de cuatro habitaciones. Eramos en este tiempo seis niños de un año a diez años. Los dos dormimos en una cama. El aseo estaba al piso intermedio. Era muy frío en el invierno. No teníamos teléfono, ni baño, ni lavadora. Mi madre tuvo que lavar las ropas y las pañales a mano, un trabajo duro. También tejió nuestros pantalones y jerseys. Yo era un niño gozoso, introvertivo, discreto y no atlético. No me gustaban las competiciones.
    Más tarde, 1957, mis padres construyeron una casa gracias a un crédito favorable de la empresa de mi padre. Por eso dos se mudaron a otra habitación, todos pudieron dormir en su propia cama, un lujo. Finalmente teníamos un teléfono, dos baños y una lavadora, lo que era una ayuda grande para mi madre.
    Teníamos un gran jardín, cebabamos conejos y más tarde también pollos y dos cerdos. Debíamos ayudar y echar mano en el jardín, en la alimentación de los animales y al sacar el estiércol. Yo tenía que ayudar a la madre a cocinar, a elaborar las frutas y verduras y el sábado a limpiar las habitaciones. No me gustaba mucho pero he aprendido mucho que me sirvió mucho más tarde.
    Sin embargo tuvimos tiempo para jugar. En esta epoca era posible jugar en la calle por ejemplo juegos de pelotas. Jugamos teatro sobre todo “profesor y alumnos”, “padres y niños” y “casarse”, también hicimos los otros juegos infantiles, como jugar a las escondidas, lo que era emocionante, porque había muchas posibilidades para escondarse.
    Estabamos satisfechos.

  7. En mi juvetud vivía en el campo en un pueblo pequeño. Había muchos niños alrededor de nuestra casa. Cuando hacía buen tiempo jugábamos juntos por cada ocasión. Claro que tengo muchos recuerdos de esta época. Pero algunas no olvidaré nunca más por dos razones.
    Mi mejor amigo Simon no podía perder y se enfadaba de una manera furiosa con nosotros. Nosotros siempre tratábamos de que él perdiera porque nos encantaba sus reacciones emocionales. !Qué feo de nosotros! Por otro lado Simon tuvo un accidente mortal con 16 años y esta situación fue muy fatal y triste...

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