8 comments on “Curso: Conversación online”

1. Las clases online – las clases presenciales

   En el pasado nadie hablaba de los cursos en línea. Estaba claro que nos reuníamos todas las semanas en Berna. Después de la clase tuvimos la oportunidad de tomar un café juntos y volver a hablar en alemán. Una vez intentabamos hablar en español. Fue difícil. Nos faltaban demasiadas palabras. Sería Estaría feliz si tuviera un vocabulario más amplio.

   Desde hace casi un año todo es diferente. Ya no podemos reunirnos en Berna. Pro Senectute intenta llenar ese vacío con lecciones en línea. Es mejor que nada. Entre otras cosas, me parece interesante ver los lugares de trabajo de los demás participantes. Por supuesto, sólo se puede ver una parte. Una decoración divertida en la puerta de un armario o un cuadro interesante en la pared. En mi caso, puedes ver todas las plantas que no están en flor en este momento, que están de vacaciones, por así decirlo. Espero que una u otra me sorprenda con unas cuantas flores.

   Me alegro de que vuelva la normalidad. Antes de Corona, la vida me resultaba mucho más agradable.

   Ursula

2. La infancia antes y hoy
   Ha cambiado mucho desde la generación de mis padres, por suerte.
   No creo que mis nietos realmente se puedan imaginar cómo vivían sus bisabuelos. La vida de muchos era dura y llena de privaciones y dictada por el trabajo. Durante el verano, sobre todo los hijos de la población rural, no podían visitar la escuela sino tenían que trabajar muy duro en las granjas. Había niños que trabajaban para apoyar a los medios de vida. Una vez mi padre me contó que él y sus hermanos nunca estaban sentados en las rodillas de su madre. Si estaban desmandados tenían que pasar un cierto tiempo en el sótano oscuro con ratas. Qué miedo que ellos tenían. Me entristeció que a tantas familias les faltaran el cariño, los sentimientos.
   Yo misma tenía una infancia buena, sin problemas grandes pero con mucho respecto al padre. Él decidió lo que era lo mejor para los hijos, sin nuestra opinión.
   Pienso que nuestros hijos están contentos con sus padres y espero que hayan pasado una infancia feliz. Hasta hoy no he escuchado nada más.
   En la vida de los niños ha cambiado mucho por las generaciones. Es importante que tengan más derechos y el derecho de opinar. Tienen tantas posibilidades que pueden elegir, sean temas en la escuela, las profesiones o en el tiempo libre, pero tampoco eso no es siempre fácil para ellos. A veces me parece que los padres de hoy hablan demasiado, pero es mi opinión. Con mucho interés sigo la infancia de mis nietos.
   Nunca podemos olvidar la infancia y la vida de los hijos del contrato (Verdingkinder). Es importante y nuestra obligación que sigamos contando sobre ellos.

3. Mi deseo de viajar siempre ha sido ir a Iran. debido a la pandemia no creo que sea posible actualmente,
   Cuando todo termine tal vez podremos realizar el deseo. La cultura y las ciudades de Iran tienen que ser muy interesantes.-Compro muchos libros para que la preparación sea óptima. Las alfombras iraníes son un tema para entender la tradicion de este trabajo.
   Die" persen" tenian una vida muy educativa y técnica.Sería un regalo maravilloso para nuestro cumpleaños especial.

4. Tener animales

   Nuestro padre crió conejos. Era su pasatiempo. De vez en cuando mataba a uno. Fue demasiado brutal para mí. Para nuestra madre era normal que a veces cocine conejos asados los domingos. Lo odiaba. Para mí no fue una fiesta. Todavía tenía en mente la imagen del ser vivo. La carne rara vez estaba en mi plato en mi infancia. Nunca me lo comí.

   Una experiencia que dio forma a mis hábitos alimenticios es el recuerdo de una visita a mi amiga, cuyos padres tenían una pequeña granja. Me extrañaba mucho cuando vi a un cerdo apuñalado en el cuello y vi que la sangre fluía hacia una tina. Me dijeron que se usaba para hacer morcillas. Esta imagen también está anclada en mi cerebro. Nunca en mi vida he comido morcilla.

   Los métodos de crianza de nuestros padres fueron rigurosos. Cuando llegué a casa a almorzar y había morcilla, me negué a comer. Pero no había nada más, ni siquiera un trozo de pan. Me ponía triste que tuve que volver a la escuela con hambre. No creo que sea una buena idea tener animales para comer en un hogar con niños.

5. Juegos y juguetes
   Cuando era pequeño teníamos pocos juguetes: bloques de madera cúbicos para construir una casa o un tren o hacer un juego de composición con esos, kits de construcción con piezas metálicas, tornillos y tuercas (Meccano) para construir equipos técnicos como por ejemplo una grúa, después muñecas, animales de madera sobre todo de la granja.
   Pero teníamos mucho espacio y posibildades para jugar: la calle, el alrededor de la casa, el bosque, árboles etc. No necesitábamos parques infantiles.
   Cuando era mayor y tenía hijas era diferente. Tenían más juguetes, en parte los que estimularon la imaginación, con los que se podía hacer algo, y otros que podía usar para una función. En contraste el espacio para jugar era limitado. Necesitaban parques infantiles.
   Cuando veo la habitación de mis nietas, hay infinitamente muchos juguetes. La habitación está llena y los padres no saben, que hacer.
   Me encata, que mis nietas tengan juguetes muy diferentes , otra ves Por otra parte tengo miedo de que la abundancia les abrume y no pueden apreciarlo.
   Quiero que sepan muy bien cuáles son los juguetes que traen algo.
   Recomiendo a los padres que lleven aparte los jueguetes que están tirados por ahí y, sobre todo, que juguen activamente con los niños. ¿O es posible que el caos de juguetes sea impotante para el desarollo de los niños y que en algún momento haya un beneficio para los niños?

6. Vi que mis compañeros hicieron algo diferente. Confirmo la opinión de la gente porque somos de la misma época. Viviamos lejos de todo. 2 Casas era la aduana y un quiosco en lado suizo y un restaurante en lado francés. Habia 6 niños y una niña, YO. En el verano jugábamos a los indios y era la "Skow" no siempre facil porque tenía que imponerme. En ivierno patinábamos en la calle y conducir un coche no fue divertido.Viviamos a 7 kilometros de distancia de la Brevine. Hoy todo es impensable fuimos muy felices

7. ¿Es bueno recordar?
   A mí me parece importante que cada persona tenga sus recuerdos, sean positivos, malos o vergonzosos. Es necesario que el ser humano pueda intercambiar sus recuerdos con otros, son parte de la vida social.
   Mi recuerdo más bonito fue el momento cuando veía la primera vez a mi queridisima,  hace 48 años. Yo estaba sentado en la caja para vender entradas de una fiesta local.
   Supe imediatament que me enamoré de esa chica. Mientras interpretaba mi papel de teatro esperaba que después ella vaya a bailar conmigo y por suerte mis sentimientos estaban correspondidos...
   Un recuerdo muy vergonzoso fue el siguiente: Un tío mío era granjero y a veces le ayudaba con las labores rurales.
   Mi padre siempre me aconsejaba que debía tener cuidado, porque el tío era un bribón (Schlitzohr). Y en efecto, un día él lograba logró convencerme de que vaya a buscar al vecino unas tijeras para cortar trozos de leñas.
   Primero no creí que existía una herramienta como esa, además era el primero abril, pero la chica guapa que adoraba vivía allí. Qué vergüenza al volver sin algo...
   Recuerdo mis últimos tres años en mi oficina con mucha frustración. Durante muchos años mantenía sólo una aplicación electrónica y estaba orgulloso de que cada mes casi treinta mil jubilados recibían su renta.
   Cuando la aplicación fue sustituida, me di cuenta de que no me había formado continuamente y por eso tenía que hacer trabajos muy simples y aburridos. Sin embargo, opino que también mis jefes eran culpables de mi situación, nunca quisieron que visite cursos adecuados.
   ¿Cuándo se usa el subjuntivo imperfecto junto los pasados?

8. Hola Elena
   En vez de escribir un texto hice un ejercicio del subjuntivo. Espero que esto esté bien para ti.

   EDUCACIÓN ESTRICTA
   Mis padres me decían que nunca abra la puerta de una habitación sin antes tocar y preguntar, si puedo entrar. Me prohibían que hable cuando hablan los mayores. No querían que me levante de la mesa hasta que todos terminen de comer. Les molestaba que mi hermano y yo corramos dentro de la casa, por eso, nos pedían que salgamos a jugar al jardín. Por supuesto, no estaba permitido que juguemos antes de que terminemos todos los deberes para el día siguiente. Y antes de que nos acostemos mi madre nos pedía que le demos un beso.
   Mi padre prefería que nosotros apaguemos la luz enseguida, aunque mi hermano mayor a veces podía leer todavía un rato en la cama.
   Los fines de semana no eran tan estrictos con nosotros. Podíamos jugar más tiempo en el jardín y, además, mis padres permitían que invitemos a nuestros amigos y veamos juntos una película para niños. También podíamos acostarnos más tarde que entre la semana.
   Pero este fin de semana nos ha visitado la hermana menor de mi padre, tía Pepa. Mis padres le han pedido que venga para cuidarnos mientras ellos están en Paris. La tía Pepa no nos ha dicho que salgamos a correr y jugar en el jardín. Nos ha permitido que veamos televisión por la noche y tampoco le ha molestado que nos acostemos mas tarde, solo nos ha dicho, que prefiere que la dejemos hablar por teléfono horas y horas con su novio. ¡Ha sido un fin de semana muy divertido!