En “Con otra”, Cazzu no canta desde el dolor, sino desde la advertencia. Ella le dice a la nueva mujer que ese hombre que hoy presume amor, mañana volverá a engañar. No es venganza, es experiencia.

La canción muestra que la traición no termina con el cambio de pareja. El hombre que busca “camas deliciosas” solo repite su vacío. Cree que ser infiel lo hace más hombre, pero en realidad pierde su valor y su palabra.

Cazzu también pregunta por la moral entre mujeres. ¿Dónde está la sororidad cuando una acepta ser “la otra” sabiendo el daño que causa? No se trata de juzgar, sino de reconocer que el deseo sin respeto también hiere.

Así, “Con otra” se vuelve una lección: ni las camas deliciosas salvan al infiel, ni el silencio entre mujeres cura la traición. La verdadera fuerza está en no repetir el mismo error.