Querida Elena
Muchas gracias para por tu descripción de una tradición tan antigua y típica de Suiza. Disfruté mucho leyéndola.
Elisabeth
La bajada alpina 2020
¿Por qué tengo que viajar tan lejos, cuando la belleza y la tradición está tan cerca de mis manos? Según sus palabras, el hombre se preocupa siempre de amar o admirar lo que no está cerca lo que no está a su alcance y cierra sus ojos a la belleza innata de su alrededor.
“El hombre es ciego por naturaleza” fueron sus palabras me sorprendió profundamente su filosofía, realmente no me lo esperaba. ¿Quién es Marco? continúo...
Marco reflexiona sobre el turista que viene a nuestra región y se queda casi sin aliento al descubrir la imponente cadena del Gantrisch y nosotros, ¿qué hacemos? Queremos mar. Pero no olvidemos que los que tienen mar tampoco lo aprecian.
No tenemos mar, pero tenemos otras riquezas: vivimos en armonía con nuestro al rededor, nuestros animales están sanos, casi no tenemos catástrofes naturales, eso también debemos aprender a apreciar con “ojos de turista”.
¿Cómo nació la idea de este proyecto “La bajada alpina 2020”?
¿Cuántos años llevo en Suiza? ¿Cuántos años conozco a los padres de Marco? Media vida. Ese jueves fui a visitar a su madre: mi amiga, (llevábamos ya algún tiempo que no nos veíamos, aunque vivimos en la misma región). Jueves es mi día libre: hago mis compras, pago mis cuentas, visito amigos…
Llegué a su casa y, me recibió con una sonrisa en sus labios y una taza de café. Dejó su trabajo en el huerto y nos sentamos cómodamente en su jardín. Hablamos sobre nuestros hijos, sus vidas, sus trabajos, sus sueños, etc. Recordamos nuestro tiempo de cuando éramos madres jóvenes y de algún valioso tipp que recibí —en su momento— sobre las costumbres suizas.
Pasamos a hablar sobre nosotras: ¿Qué hacemos?, ¿Cómo estamos?, ¿Qué planes tenemos?, y quedamos para ir a caminar otro día.
Le comenté que me iría de vacaciones por unos días y que aprovecharía el tiempo en preparar mi próximo proyecto para mis cursos de español: “Descubramos Suiza con ojos de turista” costumbres, fiestas, música, juegos, etc.
De repente, cambiamos de tema y hablamos sobre la bajada alpina: su hijo Marco es campesino de profesión y en verano sube a una pequeña cabaña en la montaña, donde su trabajo consiste en cuidar al ganado que sube para pastar en las jugosas y frescas praderas durante el verano.
Mi amiga, -su madre-, le ayuda con la preparación del ganado tanto para la subida como para la bajada alpina.
Espontáneamente le pregunté si podía participar y espontáneamente me contestó que sí.
Sentadas en su jardín disfrutando de los últimos cálidos rayos de sol veraniego Margrit me aclaraba con paciencia mis preguntas sobre la montaña, los cencerros, el ganado (Guschtis), los preparativos, la familia, sus amigos, etc. Sus ojos brillaban su voz vibraba jubilosa y su piel rejuvenecía henchida de felicidad: era mágico.
Su hijo, Marco, lleva el amor por su profesión tatuado en su corazón y ahora lo entiendo.
El arduo trabajo en la montaña con un clima caprichoso se compensa con el tintinear de los cencerros, el sabor de la leche fresca recién ordeñada por la mañana, la salida del sol o el atardecer maravilloso que a la vista le ofrece esta majestuosa región.
La cadena montañosa del Gantrisch supera con creces cualquier belleza en cualquier otra parte del mundo. Él se siente inmensamente bendecido por poder vivir esta experiencia cada día de su vida.
Como Marco me explicó: “ser campesino no es una profesión, es una pasión”. Marco tiene 25 años sus padres no son campesinos, pero él soñaba con serlo desde que tiene uso de razón.
Le pregunté si no era difícil conseguir un puesto de aprendizaje me contestó que no. Muchos hijos de campesinos tienen que estudiar para ser campesino, pero tal vez no están interesados en esta profesión.
En cambio las personas que desean ser campesinos están dispuestas a cumplir con todos los requisitos necesarios para conseguir su sueño.
El aprendizaje dura tres años y se debe cambiar cada año de granja. También se puede avanzar y seguir otras escuelas hasta llegar a otros títulos como: capataz, agricultor, consejero ambiental, agrónomo, etc.
Marco y su ganado se estaban preparando para hacer la bajada alpina. Su madre me comentaba que es tradición acicalar al ganado para bajarlo de la montaña y entregarlo a sus dueños. Es una cuestión de honor y de orgullo el entregar los animales sanos y hermosos a sus fincas.
Es un trabajo que requiere por lo menos una semana de preparación. La madre de Marco y otros miembros de la familia y amigos se reúnen para hacer la decoración con flores que llevarán los animales sobre sus cabezas (Bökleni) y sus frentes (Bläkeni).
Los sencillos cencerros que han llevado durante el verano en la montaña serán cambiados por lustrosas campanas decoradas ricamente que tienen un sonido más claro y grave.
Los hombres llevan su ropa típica de la región (camisa blanca, chaquetón de terciopelo bordado con la flor nacional y de mangas cortas) y las mujeres tejen trenzas en sus cabellos y se visten con sus trajes tradicionales (blusa blanca de algodón y Korsette negro de terciopelo adornado con broches de plata).
Al ganado se le limpia rigurosamente, se le rasura la cola y se le saca el mejor partido a su presencia.
En la bajada alpina de Marco han participado alrededor de unas 28 personas. Estaba sorprendida: es casi una fiesta tanto los niños, como los jóvenes, los adultos y los mayores se reúnen y comparten habitación y tarea.
Marco tuvo a su cuidado: 80 cabezas de ganado, 12 vacas lecheras y 9 cabras.
Nosotros llegamos entrada la mañana del día viernes para ser parte de la preparación de la bajada. Estábamos a unos doce grados.
Mientras Marco hablaba conmigo en el establo, otras personas se dedicaban a la limpieza de las vacas, a rasurar sus colas, a realizar la decoración de las flores o repartían una copita de licor (wärme vo innä) que, por cierto, estaba buenísimo.
Entre tabacos (Stumppe), música, tintineo de campanas, olor a flores frescas y a ganado, fascinada fotografiaba y preguntaba; Marco, paciente como su madre, me respondía.
Marco me contó cómo iba a ser el procedimiento al siguiente día. Él como jefe y sus ayudantes se levantarán más temprano.
Primero ordeñarán a las vacas y luego de tomar café, regresarán al establo para comenzar a decorar al ganado con las flores, limpiarlos nuevamente y cambiarles los cencerros.
Como a las nueve llegarán los dueños de los animales, quienes también bajarán la montaña con él. Se reunirán en la cabaña para desayunar rösti y para finalizar cantarán una canción alpina.
Y llegó el sábado, aunque el tiempo no ayudaba, todos estaban felices y llevaban el sol en su corazón. Todos se sentían orgullosos y al mismo tiempo tristes, pues un bonito e idílico tiempo terminaba. Llegaba oficialmente el otoño.
Y con el otoño las primeras nieves.
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2 comments on “La bajada alpina 2020”
2 comments on “La bajada alpina 2020”
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Hola Elena
Con mucho alegría he leído tu reportaje sobre la bajada alpina y me
datrae recuerdos de mi juventud.
Cuando nosotrostuvimosestuvimos de vacaciones en el pueblito Lenk (Buehlberg,) tuvimos la oportunidad de ver y sentir una bajada alpina que cruzó el pueblito.¡Disfrutemos de las tradiciones de Suiza!
Saludo
Juan
Querida Elena
Muchas gracias
parapor tu descripción de una tradición tan antigua y típica de Suiza. Disfruté mucho leyéndola.Elisabeth
Hola Elena
Con mucho alegría he leído tu reportaje sobre la bajada alpina y me
datrae recuerdos de mi juventud.Cuando nosotros
tuvimosestuvimos de vacaciones en el pueblito Lenk (Buehlberg,) tuvimos la oportunidad de ver y sentir una bajada alpina que cruzó el pueblito.¡Disfrutemos de las tradiciones de Suiza!
Saludo
Juan