La primavera
¡AHORA MISMO!
La primavera está llegando “ahora mismo” con una temperatura de enamorados; no está ni tan caliente como para no poder estar juntos, ni tan fría que no nos permita estar separados.
Una temperatura, arrebujadamente tibia y empalagosamente dulce, que me invita a nutrirme de mi alrededor con los ojos abiertos, con los poros abiertos, con los cinco sentidos dispuestos.
Está llegando la primavera “ahora mismo” y con ella un nuevo ciclo de vida comienza.
Odio la primavera, para mí es un infierno, un infierno delicioso: Debo quemar mis ojos con gotas contra el polen, debo humedecer mi garganta seca con bombones de salvia, debo utilizar el spray nasal para respirar.
Pero al mismo tiempo amo la primavera, la amo con delirio: Todo brilla y con ella todo rejuvenece, todo se viste de bien, de fecundidad “ahora mismo”.
¡Ahora mismo!, me siento más fecunda de palabras, de ideas, de proyectos.
¡Ahora mismo!, leo algunos de tus versos,recostada sobre el césped de mi parque predilecto.
¡Ahora mismo!, mirando, con mis maltratados ojos, al cielo, los leo y, sin poder evitarlo, trasciendo ligera, sideralmente, hacia ti.
¡Ahora mismo!, me poso, imaginariamente, sobre tu pecho para escucharte, queda; susurrándote al oído:—¡Ahora mismo!
Para mí este “ahora mismo” es “un presente” eterno.
¡Ahora mismo!, siento tu pecho latir, excitado, anhelante…
¡Ahora mismo!, late dentro de mi pecho; tu pecho.
¡Ahora mismo!, laten al mismo ritmo dos corazones mudos, sonriendo.
Como cuando nuestros ojos cómplices se encontraban en las celosías moriscas de la Alhambra en secreto.
¡Ahora mismo!
