Semana 22: Cine en la Venecia amazónica
Recuerdo mi estancia en Venecia en el 2014, así como recuerdo nuestros días en el Alto Mayo amazónico en Perú en el 2019. De la primera experiencia recuerdo mi encuentro con Casanova; de la segunda, el encuentro con un oriundo de la selva más sabio que el mismo Aristóteles: "El hombre nada puede aprender sino en virtud de lo que sabe" En otras palabras; el hombre sólo puede aprender algo nuevo si ya tiene una base de conocimientos previa. Pero si hablamos de los pueblos alejados de la civilización donde solo conocen la naturaleza y su sabio círculo de "nacer, reproducir, degenerarse y morir" Donde no entiende que el plástico no es una planta y la basura no se regenera sola, es difícil poder permitirse llevar una vida digna.
La entrevistada de esta noticia habla de las aspiraciones o los sueños de los jovenes de su pueblo. Pero ellos tampoco saben lo que les espera en esa otra selva de cemento. Sus palabras me hicieron recordar las palabras de ese -nuestro guía- que nos dijo en su momento: Los jóvenes de hoy en día no saben que no pueden jugar fútbol sin pelota, no se puede patear la pelota sin piernas, no se pueden tener piernas si no se ha nacido. Todos tenemos un propósito cuando venimos a este mundo y solo tenemos que saber observar a nuestro alrededor, escuchar a nuestro entorno y sentir nuestro medio para desarrollarnos de manera óptima y ser un eslabón más en la cadena de la vida. Vida que en el Amazonas se ahoga por la ignorancia y el descuido tanto del gobierno a su pueblo, como del pueblo a su entorno.
La idea de realizar un ciclo de cine en la Amazonía, ¿tiene futuro?