Hoy tengo ganas de contaros una anécdota...

Lo bonito de viajar es conocer a personas que, sin querer, tienen algo en común contigo. En este caso es Viviana. Ella es mexicana, pero vive en Italia y es profesora de inglés. Nos caimos bien (creo) desde el principio y los más bonito es que “hicimos buenas migas”.

Eramos totalmente diferentes: ella era alta, rubia y de ojos claros, yo, en cambio, morenita y bajita. Ella hablaba italiano y yo alemán. Ella era profesora de inglés y yo alumna. Ella estaba divorciada y yo estoy casada. Ella tiene dos chicos, mientras yo tengo dos princesas. Sus hijos viven en casa todavía, las mias hace mucho tiempo que “levantaron vuelo”.

Después de clases salíamos: nos reíamos mucho, nos liábamos algún cigarrillo y bebíamos una que otra “Shandy”.

Al final tuvimos algo “inesperado” en común; conocíamos a alguien en particular...
Bueno, —yo, de verdad, solamente lo conocía de un encuentro casual en un bar en Montreux (donde me encontraba tomando algo con alguien después de haber visitado su concierto) hace algunos años—.Ella, en cambio, mantuvo un corto romance con este “pedazo” de hombre, cuando él aún pertenecía a la banda “Sombrero Verde”.
Se trata de Fernando Oliviera el vocalista del ahora famoso grupo „Maná“.

Para trabajar el subjuntivo > Ojalá pudiera del grupo mexicano Maná